En mi carrera como Comunicadora Social y ahora como consultora en Desarrollo Organizacional, he escuchado muchas teorías relacionadas con la comunicación, todas ella muy válidas por cierto, pero que no necesariamente brindan herramientas prácticas y fáciles de aplicar.
Después de algunos estudios en Coaching y PNL encontré valiosas prácticas que hoy en día me han ayudado a tener una comunicación más asertiva y efectiva, no solo en el ámbito laboral sino también en lo personal.
Lo primero que aprendí fue la importancia del manejo de las emociones o centramiento. Si bien la emoción siempre estará ahí, el poder llegar a estados más neutrales a través de ejercicios de respiración facilita la apertura hacia el otro, la empatía y el evitar hacer juicios precipitadamente.
Lo segundo que encontré y aplico con juicio en mis citas comerciales y conversaciones más importantes es el rapport. Esa sintonía a nivel consciente e inconsciente que se consigue desde el primer contacto genera un efecto casi mágico en las relaciones.
Quien iba a pensar que algo tan simple como un buen contacto visual y el imitar las posturas corporales del otro (de manera sutil), podrían generar un ambiente de tanta confianza y apertura. Quienes son más expertos en el tema logran incluso parpadear y respirar al mismo ritmo de su interlocutor; el inconsciente del otro lo interpreta como “tú y yo estamos conectados”. Aunque esto requiere de práctica y de afinar la observación es algo que se puede aplicar fácilmente y genera mucha empatía. Si a eso se le suma un buen conocimiento del otro, entender si es una persona con mayor tendencia a ser racional o emotiva, mejor todavía. Podremos hablar su mismo lenguaje.
Luego viene la escucha activa. No basta con asentir y estar callado mientras el otro habla. Consiste en acallar también la mente, evitar los juicios y centrar tu interés única y exclusivamente en lo que el otro está diciendo, de manera genuina y dejando a un lado el ego y la tendencia natural a querer dominar la conversación cuando tal vez lo que el interlocutor necesita es simplemente ser escuchado. La escucha activa es mejor valorada de lo que muchos creen y favorece enormemente las relaciones.
Una vez se ha logrado una buena conexión con el otro a través del rapport y la escucha, vienen las preguntas. El solo hecho de preguntar le demuestra al interlocutor que estamos interesados en lo que dice, que lo estamos escuchando realmente y si a eso se le suma la capacidad de hacer “Preguntas Poderosas” el resultado de la conversación es realmente sorprendente.
Las preguntas poderosas son aquellas que van más allá de saciar la curiosidad. Tienen la intención de “poner al otro pensar”… sirven para “arrojar luz donde el otro aún no ha visto nada”. Y no solo se usan en los procesos de Coaching, también hacen parte de las técnicas de la venta consultiva. Las preguntas ayudan a perfeccionar el surco que el otro traza en una conversación.
Por último, y sin ser lo último, está la interpretación y el chequeo. Esto consiste en repetir con tus propias palabras lo que el otro quiso decir, con dos finalidades: la primera, evitar malos entendidos y asegurarnos de que interpretamos bien y la segunda, crear un efecto “espejo” si la intención es darle acompañamiento al otro en algún proceso. Ojala fuéramos conscientes de la cantidad de problemas que nos evitaríamos si aprendiéramos a chequear en todas nuestras conversaciones.
Aquí vuelve y arranca el ciclo de escuchar, preguntar y comprobar (sin perder el rapport) hasta cerrar la conversación con acuerdos gana-gana y con un plan de acción para que sea realmente efectiva.
Esta es una invitación a que nos apropiemos de manera responsable de estas valiosas herramientas que nos ofrece el coaching y las pongamos en práctica con una comunicación consciente que vaya más allá del acto natural de producir palabras y creer que escuchar es hacer silencio. La puesta en práctica de todo lo anterior nos permitirá ser mejores líderes, mejores coequiperos, mejores amigos, mejores parejas y mejores padres.
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Ángela Londoño es Comunicadora Social de la Universidad Pontificia Bolivariana, Certificada en Coaching Ontológico, Programación Neurolingüística y el Método de los Colores (DISC). Le apasionan los temas relacionados con el funcionamiento de la mente, las emociones y las relaciones humanas.
Actualmente trabaja como Directora de la Unidad de Training – Desarrollo Humano Organizacional – en THT THE TALENT SYSTEM. Su misión es contribuir al desarrollo de los equipos, las personas y las organizaciones para que puedan mejorar sus relaciones y su productividad en el trabajo, a través de espacios de facilitación que les permitan “darse cuenta” de sus talentos y “hacerse cargo” de sus oportunidades de mejoramiento.