La medición de competencias se ha convertido hoy en día, en una de las prioridades para las compañías. Contar con el personal idóneo ha sido todo un reto para las organizaciones, tanto como para incorporar personas a la organización, como para lograr un mejor desempeño de quienes ya están vinculados. Sin embargo, incluirlas como estrategia de Recursos Humanos, surge como respuesta a una necesidad o a una moda creciente?
En la década de los 60 se empezó a hablar de competencias cuando los candidatos admitidos en los procesos de selección del personal diplomático de Estados Unidos, no demostraban tener el desempeño esperado. Buscaron entonces modelos más eficaces, evaluando a los mejores diplomáticos y a sujetos calificados como “normales” con el fin de observarlos y encontrar puntos de concordancia que pudieran determinar por qué algunos se desempeñaban mejor que otros. El resultado fue una serie de características personales que hacían a los mejores comportarse de manera diferente a los sujetos “normales”. De ahí que surgiera todo el modelo de selección por competencias, basado en entrevistas por incidentes críticos.
Martha Alles (2007) quien ha realizado un amplio estudio acerca de las competencias, realiza una aproximación bastante clara y acertada con respecto a su definición, entendiéndola como las características comportamentales propias de un sujeto, que podría asegurar un desempeño óptimo en determinados puestos de trabajo. Por tanto las competencias podrían dar fe de que tan apta es una persona para un cargo o para la organización.
En la actualidad han tenido cabida en procesos de cambio cultural y en métodos de compensación. Igualmente en la medición de desempeño que evalúa los avances de los objetivos, permitiendo medir como se van desarrollando las competencias. No obstante, la mayor incursión se ha dado en procesos de selección y de desarrollo:
Sin embargo dejarse atraer por lo que está en auge es fácil, de ahí que para muchas empresas crear un modelo de competencias sea un proceso complejo ya que implica tiempo, trabajo y compromiso. Entonces, si está pensando en incorporar un modelo de gestión por competencias, ¿lo haría por necesidad o por moda?
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Psicóloga, Especialista en Gerencia del Talento Humano de la Pontificia Universidad Javeriana, con experiencia laboral en los diferentes procesos de gestión humana. Certificada en el Método de los Colores DISC y actualmente Directora de Servicios en THT.
Fiel convencida de que las personas son quienes mueven las organizaciones y hacen que las cosas sucedan. Las empresas que invierten en sus empleados, contribuyen a mejorar su calidad de vida y con ello lograr empresas más productivas.