El mundo no es del color que usted lo ve, es del color que lo ve cada persona. Esta distinción es importante hacerla si se quiere potenciar al máximo las capacidades de las personas. Frente a las percepciones, podría entenderse que si una persona se considera organizada, posiblemente para su pareja sea percibida como demasiado rígida; si alguien se cree empático y social, tal vez para su jefe podría ser alguien que habla demasiado, o un compañero de trabajo que considera que habla con franqueza, para otro podrá significar que se expresa con dureza y falta de tacto. Entender este aspecto es fundamental porque le permitirá conocer mejor el estilo de cada persona y cómo usted se ve y ve a los demás.
Las percepciones son consideradas como verdades relativas porque están sesgadas por el punto de vista de cada quien y se expresan a partir de los gustos, preferencias, estilo de trabajo y formas de ver el mundo. Esto se da de manera involuntaria, normalmente se construyen en la mente de las personas de forma intuitiva y, en cuestión de minutos, se genera un impacto directo en la forma de relacionarnos con los demás.
Pero ¿Cómo entender las percepciones de los demás?, ¿Cómo ven el mundo?, ¿Qué buscan? y ¿Cómo conocerme e interactuar mejor con las personas? Para entenderlo a profundidad, se deberá hacer uso de dos factores fundamentales: “la emotividad” y “el ritmo al actuar”.
Estos aspectos están relacionados con la forma en que sienten y actúan las personas. Ser emotivo o racional, activo o pausado, está libre de connotaciones buenas o malas, pues en algunos casos la persona se verá forzada a actuar de una u otra manera, dependiendo del entorno que es un factor que dictaminará su estado o reacción. Estos dos aspectos son el eje de la metodología que he denominado “El Lenguaje de los Colores”.
Este método está basado en una práctica fórmula inspirada en el DISC, ilustrada por Hipócrates hace más de 2.400 años y posteriormente perfeccionada por William Moulton Marston en 1.929, que permite conocerse a sí mismo y entender a las personas en los contextos personal y laboral. En ella se destaca la existencia de 4 tipos de perfiles, que son objeto del presente libro: los Determinantes o Rojos (Racionales y Activos), Influyentes o Amarillos (Activos y Emotivos), Serenos o Verdes (Pausados y Emotivos) y Concienzudos o Azules (Racionales y Pausados).
Me gusto. Es un tema brillante y de mucho valor. Excelente lectura.